Yogures como hechos en casa

Los yogures son un alimento muy sano, rico en probióticos que ayudan a regenerar la flora intestinal. El problema es cuando vienen con muchos añadidos a mayores que hacen que dejen de ser yogur para pasar a ser un preparado lácteo con mucha menos calidad y menos propiedades.

Un yogur comprado debería de contener exactamente lo mismo que uno hecho en casa, fermentos lácteos, leche y, si es necesario, algo de azúcar. Nada más. Y eso es lo que nos encontramos en los yogures asturiana naturales, sin ningún E añadido y que saben igual que los tradicionales hechos en casa.

Tanto es así, que incluso los yogures de sabores sin igual de naturales ya que los colorantes que se utilizan, así como los aromas para dar sabor, son cien por cien naturales y nunca químicos. Con productos así, ¿quién se molesta en hacer un yogur en casa? No es necesario porque estos aportan exactamente lo mismo y resultan mucho más cómodos.

Además de que podrás tomar yogures como hechos en casa, estos podrán ser la base para muchos otros postres y preparados igualmente preparados por ti y libres de cualquier elemento químico. Por ejemplo, son ideales para realizar los típicos bizcochos de yogur que todos hemos hecho en casa y que tan deliciosos resultan.

Y, para los que se cuidan más, existe la versión desnatada de estos yogures con todavía menos calorías y manteniendo todo el sabor y la naturalidad de los productos clásicos. Una manera sabrosa y saludable de mantener la línea pero sin renunciar a los productos favoritos de toda la familia.

Y es que para un yogur cien por cien natural siempre es buen momento. Sin ideales para el desayuno, siendo una buena base para la salud del intestino desde primera hora de la mañana. También se pueden consumir entre horas, porque es fácil llevarlos encima y tomarlos en cualquier lado. Por supuesto, son perfectos como postre cuando no hay fruta o se quiere variar.

Su aporte en proteínas es muy alto, por eso los deportistas también se apuntan a los yogures naturales cien por cien. En su versión desnatada no tienen prácticamente grasa y tampoco es necesario añadirles azúcar si se toman con aromas naturales, ya que saben a fruta pero sin tener los azúcares de la misma. Y, además pueden consumirse a cualquier edad, incluso niños muy pequeños, ya que la leche es su único ingrediente.