El diagnóstico de un cáncer en estado avanzado, como una metástasis que incluya cancer de pancreas e higado, es muy difícil de asimilar no solo para el paciente sino también para la familia. En muchos casos, se trata de ocultar la realidad a parte de las personas cercanas al paciente para evitar que puedan hundirse o para no hacer daño, pero esto suele ser una mala decisión ya que es muy complicado mentir sobre algo tan grave.

Los especialistas recomiendan dar la noticia de manera gradual para que la persona pueda ir asimilando la gravedad del asunto, pero sin ocultar la realidad ya que finalmente se va a terminar sabiendo y tener que descubrir de golpe la dura noticia y a la vez el engaño puede crear un sentimiento de inseguridad y de desconfianza que perdurará para siempre. Es el caso de hijos adolescentes a los que se les oculta la enfermedad de los padres.

En cuanto al enfermo, hoy prácticamente todos los especialistas están de acuerdo con que la mejor opción es ser sinceros y decir la verdad, salvo casos específicos de personas que, por el motivo que sea, no son capaces de percibir lo que realmente está ocurriendo. El médico puede ser el encargado de dar las noticias junto con la familia.

Pero una cosa es recibir la noticia y otra cosa es afrontar la situación. Habla claramente de lo que se siente y no negar la importancia de lo que sucede es básico. Hay que permitir al enfermo expresar sus sentimientos, incluso aquellos negativos porque de lo contrario podría acabar sintiéndose totalmente aislado. Si cada vez que quiere expresar sus miedos se le corta diciéndole que no piense en esas cosas y que todo va a salir bien, la persona no podrá desahogarse y esto es muy negativo para ella.

En muchos casos, la ayuda de un psicólogo puede ser muy importante tanto para el enfermo como para la familia. Evidentemente, el psicólogo no va a poder ayudar con la enfermedad, pero si con la gestión de los sentimientos y con la forma en la que se afronta la mala noticia. Esto puede ayudar a hablar las cosas de una forma más saludable y ayudar a que la situación sea un poco menos dolorosa.

También son importantes las formas personales de superación para el enfermo, que pueden ser muy positivas para su tratamiento. Algunos se centrarán en su fe mientras que otros lo harán en ayudar a otras personas en situaciones similares. Mientras ayude, todo puede valer para asimilar un trago tan difícil y complicado.