El chocolate a la taza receta tradicional es tan fácil de hacer que una vez que lo descubras, ya no querrás dejar de tomarlo y seguramente lo preferirás a cualquier chocolate que tomes fuera de casa. Te damos los trucos para conseguir un chocolate que te hará perder el sentido.
Lo primero que tienes que hacer es elegir una buena materia prima. Elige una marca de chocolate a la taza que sepas que te gusta. Las marcas más conocidas de chocolates tienen su versión a la taza, así que elige el que te resulte más sabroso. Puedes elegirlo con o sin azúcar. La ventaja del primero es que resulta más sencillo de hacer y la del segundo, es que será más personalizado.
La leche que escojas también será importante. Puedes hacer chocolate a la taza con leche entera, desnatada e incluso con 0% y también con leche sin lactosa. En algunas cafeterías el chocolate que hacen sin lactosa es algo diferente porque no usan las chocolateras, sino que lo hacen a mano y con una cafetera no quedará nunca igual de bien. Pero en tu hogar, no vas a notar la diferencia. Entre la leche entera y la desnatada, sí se nota diferencia en el sabor pero algunas personas prefieren la leche desnatada porque el sabor a cacao es más intenso.
Puedes usar bebidas vegetales si lo prefieres. El chocolate se hará exactamente igual. De hecho, puedes hacerlo incluso con agua, es lo que se conoce como chocolate francés. Se prepara con agua y más líquido que nuestro chocolate español tradicional que tiene que ser espeso.
Coloca en un cazo la leche que quieras para los chocolates. Es importante que sepas la cantidad que vas a poner ya que debes de añadir una cucharada sopera muy llena por cada cien mililitros de leche. Pon todo a fuego lento y revuelve con una lengua de silicona para no arañar el cazo. No dejes de revolver para que no se pegue en el fondo y para que se disuelva bien.
Vas a notar como al calentarse la leche el chocolate espesará. Cuando ya veas que está a tu gusto, puedes retirarlo del fuego y estará listo para disfrutarlo. Más fácil imposible. Trucos extra, si el chocolate está muy espeso solo tienes que añadir leche y revolver bien hasta que se integre totalmente y si, por el contrario, no espesa, añade más cacao poco a poco hasta lograr el punto deseado.