¿De dónde viene el dolor? 

El dolor comenzó poco tiempo antes de nacer mi hija. Y lo que suele pasar en estos casos es que todo el mundo lo atribuye al estrés. Yo mismo asumí que se trataba de algo producto de una situación más intensa de lo habitual. Se trataba de una molestia localizada en un lateral de la cabeza que iba tanto hacia la zona superior como inferior. 

Por la experiencia que he tenido desde entonces con diferentes médicos, es evidente que los dolores de cabeza son uno de los más difíciles de descifrar por la sencilla razón que del cerebro es un órgano extremadamente complejo que todavía nos ofrece diversos misterios, incluso para los propios expertos. Pero por aquel entonces simplemente me dejé llevar por lo que me decían en primera instancia. Me tomé unas pastillas que me dieron, pero el dolor persistía.

Y fue así como se me encendió la luz: mientras estaba descansando en el sofá cambié la perspectiva del problema y pensé en que quizás la raíz del dolor no estaba realmente en la cabeza. Y entonces busqué, de cara a descartar, muelas del juicio Vigo y al primer vistazo ya se vio que tenía un problema en una de las muelas.

Por supuesto, la responsabilidad del problema era mía porque llevaba más tiempo de la cuenta sin acudir al dentista. Seguro que, si hubiera ido antes, el problema no hubiera llegado tan lejos. Pasados unos días tuve una nueva cita para quitar la muela ya que era la mejor de las opciones dado el avance de la caries. Y aunque nunca es agradable quitar una muela, una vez recuperado del dolor inicial, pude despedirme de aquel de ‘dolor de cabeza’ que no era tal.

Y es que el dolor en la dentadura o en la mandíbula a veces puede confundirse con el típico dolor de cabeza al extenderse más allá de la raíz. Cuando llegué a la primera cita en la clínica muelas del juicio Vigo, la dentista me confirmó que era bastante posible que mi dolor, que yo asumía estaba más arriba, procediese de la muela dañada tal y como finalmente fue.