Como evitar perder dinero por cancelaciones en tu restaurante

Si tienes un restaurante seguramente te ha ocurrido en alguna ocasión que tenías reservas para un fin de semana y que de repente sucede algo que causa muchas anulaciones. Un cambio en el tiempo que hace que los visitantes que iban a acudir cambien de idea es una de las causas más habituales, pero también puede ser la suspensión de un evento que se iba a celebrar y que finalmente no se realiza o se aplaza.

Cuando se espera una gran cantidad de trabajo lo normal es que se realicen pedidos importantes, algunos que no pueden cancelarse con poco tiempo. Y si no se ha pedido una señal a los grupos que iban a acudir, algo que sucede con mucha frecuencia, la pérdida puede ser cuantiosa.

Para evitar este tipo de pérdidas existen diferentes sistemas que pueden ayudar a que no haya tantos problemas. Una de las fórmulas es crear un sistema de reservas online con pago de fianza. El cliente que quiere reservar tendrá que adelantar una pequeña cantidad para poder reservar su sitio y, en caso de que cancele con poca antelación, normalmente con menos de 48 horas, no se devuelve la reserva.

Aun así, este dinero puede no cubrir todas las pérdidas, especialmente si se han tenido que pedir artículos muy especiales que tal vez no se vayan a poder vender a otras personas. Por eso hay que tomar también otras precauciones como la de recurrir a un distribuidor carnicos congelados. La carne, el pescado y el marisco son los productos que más gasto suponen dentro de los perecederos. Si los compramos congelados y se produce una cancelación, como mucho se tendrá compra adelantada para un poco más de tiempo del habitual, pero no se va a perder el dinero.

Por último, hay lugares que ofrecen pequeñas promociones a clientes de última hora. Es decir, si a partir de una determinada hora se acude sin cita y hay mesas libres, se puede conseguir un pequeño descuento. Esto puede animar a que clientes que no pensaban salir a cenar y que lo han decidido de forma impulsiva se acerquen a comprobar si hay una mesa libre en el local antes que en otros de la competencia. Y, de ser así, ellos obtendrán un pequeño descuento y el local podrá completar un aforo que, de otro modo, no iba a lograr cubrir.