Terminando la casa del pueblo 

Tanto mi marido como yo tenemos raíces en la misma zona por lo que siempre hemos pasado mucho tiempo en el pueblo junto a nuestra familia. Entonces pensamos que quizás lo mejor sería tener nuestra propia casa en el pueblo, aunque fuera una considerable inversión. A los niños les gusta ir a ver a los abuelos y nosotros también estamos a gusto así que nos decidimos por comprar una casa que estaba en venta cerca de la entrada del pueblo al lado de la carretera general.

La parcela era muy amplia y el precio estaba bastante bien para lo que era, pero sí que el propio inmueble necesitaba mucha reforma. Quizás era esa la razón por la que se vendía a ese precio: que otros compradores no querían asumir la reforma que la casa necesitaba. Uno de los aspectos más importantes iba a ser el aislamiento. Además de la humedad, la casa está en una zona boscosa y cerca de la carretera lo que supone frío en invierno y también ruido. 

Los dueños de la casa fueron sinceros en este sentido y nos recomendaron que a la hora de reformar especialmente los dormitorios mirásemos Servicios de aislamiento termico en Vigo para que nos dieran presupuesto porque lo íbamos a agradecer. Como contrapartida, se trataba de una de las fincas más grandes del pueblo, con una gran zona de césped en la que, incluso, más adelante teníamos pensado construir una piscina. 

Como he dicho, la idea era pasar muchos fines de semana en la casa y la mayor parte del verano. Tal vez en verano no fuese tan imprescindible el aislamiento, pero desde luego lo íbamos a agradecer, y los niños, sobre todo. De esta forma contactamos con varios Servicios de aislamiento térmico en Vigo para que nos dieran precios y aunque era una inversión considerable, la cuestión era estar a gusto. Ya puestos a meterse en algo así mejor hacerlo bien. Y debo decir que, una vez finalizada la mayor parte de la reforma, todo ha salido sin incidentes, que, en casos como esto, no siempre resulta fácil.