Yogur casero Vs yogur comprado

Si te gusta el yogur quizás te hayas planteado la posibilidad de comprar una yogurtera para hacer un producto totalmente casero. No es mala idea. Hacer yogur en casa es muy fácil, solo necesitas un vasito comprado de un yogur de calidad, como el de central asturiana y un litro de leche de la misma marca, a poder ser entera.

Se bate todo, se pone la mezcla en los vasitos y se deja funcionando la yogurtera durante toda la noche. Por la mañana, estarán listos para ir a la nevera y poder disfrutarse cuando se desee. Los yogures de sabores se pueden hacer de varias maneras, o bien poniendo en el fondo del vasito un poco de mermelada de la fruta deseada para revolver o bien añadiendo a la leche unas gotas de aroma.

También se puede hacer yogur sin utilizar ninguno comprado adquiriendo en la farmacia los fermentos lácteos necesarios para que fermente la leche. Son los mismos que se usan para realizar quesos frescos en casa. Pero hay que tener cuidado y saber regular bien la cantidad que se quiere utilizar en cada caso, por lo que es un poco más complicado.

Por este motivo, la mayoría de la gente opta por la opción de un vasito de yogur comprado, mucho más sencillo y fácil de conseguir y de medir.

Si te fijas en las etiquetas de los yogures de buena calidad, como los nombrados anteriormente, verás que realmente no llevan otros ingredientes que los aquí nombrados. La nueva gama de yogures naturales solo lleva productos totalmente naturales: leche, azúcar de caña, fermentos lácteos y aromas y colorantes naturales.

No podemos decidirnos entre el yogur casero y el comprado en este caso, ya que son exactamente iguales. Sin conservantes ni colorantes artificiales, estos yogures de gama natural son tan sanos como los que puedes hacer tú mismo pero sin tener que esperar y comprando la cantidad de vasitos exacta que necesitas.

Quizás los comprados tengan la ventaja de su textura, siempre en su punto y siempre suaves mientras que los hechos en casa pueden quedar más o menos espesos dependiendo del tiempo que haga, de la cantidad de horas que pasen en la yogurtera o incluso si se ha cambiado la marca de la leche que se utiliza.

Para realizar postres de todo tipo valen igualmente un yogur casero o uno comprado. Solo hay que añadir la cantidad indicada en la receta sin diferencias.