Que no te den gato por liebre con los lácteos

Los amantes de los lácteos tienen que enfrentarse últimamente a tantos y tantos bulos en Internet y también a tantos productos que se venden como lácteos sin serlo que tener las cosas claras es imprescindible para poder realizar la compra con seguridad sabiendo qué es lo que se lleva a casa.

Para empezar, ¿qué es un lácteo? Esta pregunta puede parecer muy evidente, pero no lo es tanto. Un lácteo es un producto derivado de la leche. Puede ser leche o puede ser un derivado directo o un producto elaborado con leche como principal ingrediente. Y aquí llega la primera duda, ¿qué es leche? Y es que vemos muchos productos que se denominan leche pero que en realidad no lo son. El mejor ejemplo son las bebidas vegetales, que pueden ser muy sanas y muy nutritivas pero que no son leche.

Actualmente, se ha llegado al acuerdo de definir como leche la bebida de origen animal que procede de un mamífero: sea leche de vaca, de cabra, de oveja o de búfala por poner los ejemplos más habituales en el mercado. A raíz de esto, un lácteo es un producto derivado de esta leche. Existen muchos tipos de lacteos: batidos de sabores, mantequillas, yogures, nata o queso son los más habituales.

Por tanto, si hablamos de tofu, el llamado queso vegetal, no podríamos decir que es queso de leche de soja, sino que hay que llamarlo tofu o queso de bebida de soja. Y si hablamos de un batido con bebida de avena, sería exactamente eso y nunca un batido de leche de avena. Es decir, ni el tofu ni el batido de avena serían lácteos. Y, para no confundir al comprador, no deberían de estar en la misma sección de los lácteos sino separados de manera clara, evitando así confusiones por parte de los clientes.

Los productos vegetales se anuncian a menudo como sin lactosa, pero lo cierto es que ningún producto vegetal contiene este azúcar que está exclusivamente presente en la leche. Sin embargo, existen productos lácteos sin lactosa, a los que se les ha añadido lactasa para descomponer este azúcar y, de esta manera facilitar su digestión para los intolerantes. La lactasa es una enzima digestiva presente en el intestino y de la que carecen o no poseen en suficiente cantidad, los intolerantes y por este motivo no pueden descomponer la lactasa de forma natural.