Los aeropuertos de El Prat, Adolfo Suárez-Barajas, Palma de Mallorca y otros de similar importancia cuentan con zonas de estacionamiento regulado, destinadas a viajeros de negocios, turistas y pasajeros en general. Su relación calidad-precio es superior a la de aparcamientos más alejados o pertenecientes a empresas privadas, y en muchos casos disponen de plazas de larga estancia, como sucede en el parking t2 Madrid y en las terminales T1 y T3 de Barajas.

 

Estacionar en aeropuertos es una decisión acertada, en primer lugar, por el ahorro de tiempo que suponen. Estos parkings se sitúan dentro o en las inmediaciones de las terminales y salas de embarque, lo que significa que los viajeros no tendrán que recurrir a las líneas de autobús, metro o tren para desplazarse hasta la terminal aeroportuaria. Esta circunstancia limita la dependencia hacia los horarios de estos medios de transporte, que en ocasiones son fuente de retrasos y problemas capaces de estropear las únicas vacaciones del año.

 

Del punto anterior se deduce el siguiente beneficio: la comodidad. Y es que aparcar en las cercanías del aeropuerto reduce los problemas y dificultades durante el embarque y el desembarque, que en muchos casos están sujetos a retrasos, cancelaciones y otros imponderables (que también afectan a las líneas de autobús, tren, etcétera). Usar el parking de los aeropuertos permite minimizar estas molestias, a la vez que agiliza los tiempos de embarque.

 

Por otra parte, elegir las plazas de parking de aeropuertos permite disfrutar de una mayor flexibilidad e independencia. Porque los viajeros, en lugar de estar condicionados por la puntualidad de líneas de trenes y de autobuses, puede organizar sus horarios con mayor autonomía.

 

Como es evidente, estacionar en la terminal de aeropuertos conlleva un gasto, inexistente en parkings gratuitos más alejados. Sin embargo, este coste se ve compensado por la gratuidad del traslado hasta el aeropuerto. Igualmente, el ahorro que suponen las plazas gratuitas se reduce drásticamente por la necesidad de usar el transporte público.