Mi trabajo en la clínica

Desde pequeña había mostrado mucho interés por la moda y el cuidado físico. Dicen que de niña ya era un poco repipi, término que muchos consideran despectivo pero que a mí no me molesta. A muchas de mis amigas adolescentes les costaba decidirse en cuanto había que hablar del futuro: yo tenía claro que quería dedicarme a algo relacionado con la estética. Eso fue lo que estudié especializándome también en marketing ya que quería explotar mis habilidades sociales y comerciales.

Hice mis prácticas en una empresa de tratamientos cosméticos y me ofrecieron continuar, pero no acaba de sentirme del todo a gusto porque lo que a mí más me gustaba era tratar directamente con la gente. Entonces apareció aquella oferta de asesora para clínica de cirugía estética. Aunque yo ya tenía experiencia en estética, me faltaban conocimientos directos de cirugía: aun así, me arriesgué y fui a la entrevista.

Les debí gustar porque me cogieron. La oferta de trabajo incluía formación a cargo de la empresa y lo aproveché al máximo. Yo me encargaría, entre otras cosas, de contactar con posibles clientes para explicarles lo que hacemos en la clínica. Para ello, obviamente, tenía que conocer todo lo posible sobre cirugía estética. Por ejemplo, si una persona se interesa sobre liposucción muslos tener la capacidad de explicarle con detalle las opciones que tiene. Es decir, no se trata tan solo de “vender” la operación, sino de explicarle de forma clara el procedimiento y el postoperatorio, que son las dudas más habituales cuando se trata de cirugía estética.

Por suerte para mí, me encontré con un equipo de profesionales increíbles que me ayudó en todo lo posible y facilitó mis meses de adaptación al puesto. Pero, por fin, estaba donde quería estar: trataba con personas directamente explicándoles lo que querían saber y escuchando sus problemas y temores. Hasta una sencilla liposucción muslos puede ser un motivo de temor para un paciente y al ser yo la primera persona con la que tratan cuando llegan a la clínica, mi labor tiene una gran responsabilidad, pero la disfruto cada día.