Redondos, alargados, triangulares, etcétera: para cada tipo de rostro existen unos pendientes ideales. Por más que suene a eslogan, esta afirmación es cierta y debe considerarse antes de comprar unos pendientes para mujer Vigo. Pero, ¿en qué sentido afecta este rasgo fisionómico a que el pendiente sean más o menos favorecedor?

 

En primer lugar, los rostros cuadrados suelen poseer una simetría superior a la media, característica que no debería acentuarse con el uso de pendientes demasiado lineales, geométricos o rectilíneos. En este caso, se recomienda elegir pendientes de formas esféricas u ovaladas, rebasen o no el marco de la cara.

 

Los rostros triangulares o cordiformes, por su parte, se distinguen por la menor anchura de la parte inferior en relación con la superior. En general, la mayoría de diseños de pendientes son compatibles con este tipo de cara. Especialmente aptos son los pendientes anchos y con tendencia horizontal, para contrarrestar así la estrechez de la mandíbula.

 

Respecto a las caras alargadas, estas se verán realzadas con el uso de pendientes anchos, cortos y voluminosos, útiles para suavizar la longitud y simetría de la barbilla, pómulos y frente. Por el contrario, deben evitarse los pendientes alargados que puedan recargar estas facciones, así como los rectilíneos y geométricos por razones similares.

 

Las caras redondas son comunes en nuestra sociedad, y requieren unos pendientes con formas rectas, capaces de romper la monotonía de sus redondeces. Quedan descartadas las perlas y los ópalos esféricos, por tanto. En su lugar, serán bienvenidos las joyas cuadradas, triangulares y de otras formas geométricas.

 

Por último, las caras ovaladas figuran entre las más valoradas, de acuerdo con los cánones de belleza occidentales. Sin embargo, las afortunadas deben seleccionar cuidadosamente sus pendientes, pues aquellos que sigan la simetría del rostro podría integrarse bien o generar una monotonía indeseada. Los diseños triangulares son una buena opción en determinados casos.