Uno de mis amigos estuvo mucho tiempo trabajando fuera, en diferentes sitios, pero en la temporada invernal siempre iba a trabajar por la zona de los pirineos y siempre que venía de visita a ver a sus padres nos traía un queso azul de los pirineos que sabía que a algunos de mis amigos les encantan esta clase de quesos, aunque para mi sean quesos demasiado fuertes que después me queda el sabor en la boca durante horas.

Este amigo mío ha ido progresando con los años en su profesión y cada vez por suerte ha ido encontrando trabajo de lo suyo cada vez más cerca de casa. Pasó de trabajar en un parador en huesca, a trabajar en santillana del mar y por fin ha conseguido plaza en uno de los paradores de galicia, y eso es algo que sobre todo su madre se alegra muchísimo porque no le gusta nada que su preciado hijo esté tan alejado de ella, ahora por lo menos puede coger el coche e ir a verle cuando quiera. Por nosotros nuestros amigos, nos alegramos que ya esté trabajando tan cerca de casa, pero lo que se dice ver, le vemos lo mismo que le veíamos antes cuando trabajaba más lejos. A mi por lo menos, me avisa cuando viene a pasar unos días a nuestra ciudad y soy yo el que tengo que acercarme hasta su casa que no es que quede demasiado cerca del centro, pero no me importa ya que solamente viene unos pocos días al año. Hasta su madre me dice que solamente nos vemos esos pocos días que viene de vacaciones. Supongo que este año le veré un poco más ya que se casa su hermano pequeño y no creo que le coincidan sus vacaciones con la boda.

Lo bueno que tiene es que por lo menos cuando viene de visita viene sin su novia, que ya ha demostrado que no sabe comportarse como una persona y no queremos tener más contacto con ella que el justamente necesario, yo personalmente la he visto un par de veces y ya he tenido suficiente.