3 razones para comprar una empresa

Se habla mucho de los emprendedores que deciden comenzar con su negocio, pero poco de quienes deciden comprar empresa y continuar con el trabajo que otros iniciaron en su momento. Todos vemos normal que cuando una persona que tiene un pequeño negocio que va bien, como una tienda, una cafetería o un taller se jubila, traspase su negocio a otra persona para que continúe con su trabajo.

Esto es positivo para las dos partes porque quién traspasa consigue dinero por todo lo que deja atrás: máquinas, mobiliario o almacén, pero sobre todo su nombre, su prestigio y sus clientes. Y quién coge el traspaso tiene la ventaja de que no comienza de cero, sino que tiene un negocio en marcha que funciona y que, eso sí, tienen que mantener en la misma línea para que siga así.

Con una empresa esto puede ser prácticamente lo mismo, se compra una empresa que funciona y que va bien en lugar de invertir en comenzar desde cero. La inversión es, generalmente, un poco mayor, pero también se toma un negocio en una fase mucho más avanzada y que cuenta ya con un mercado y con unos clientes.

Pero esta no es la única razón para comprar una empresa. Hay una segunda razón que orienta la compra de una forma diferente. Se trata de comprar una empresa que va mal y que tiene pérdidas. El precio de la empresa va a ser bajo, por supuesto, ya que no está obteniendo rentabilidad.  Pero, ¿por qué alguien querría comprar una empresa que va mal? Pues para sanearla y hacerla funcionar.

Normalmente, esto lo hacen personas con gran experiencia en los negocios y que suelen especializarse en este tipo de inversiones. Compran una empresa por un precio bajo porque está en un mal momento, invierten en ella para reflotarla haciendo los cambios que consideran necesarios y la venden luego en pleno rendimiento obteniendo una gran ganancia con ello.

Incluso hay una tercera razón para comprar una empresa y no es menos importante: mantener el puesto de trabajo. Cuando un jefe se retira no son pocos los casos de trabajadores que deciden unir fuerzas y comprar la empresa para continuar trabajándola, ya sea como cooperativa ya sea como sociedad y mantener su puesto de trabajo. Al conocer bien como la empresa funciona por dentro, saben perfectamente cómo llevarla. Esto es algo habitual en empresas pequeñas o medianas que se pueden gestionar fácilmente.