¿Qué baberos son mejores para tu bebé?

Al Comprar baberos de bebés no se debe de tener tanto en cuenta lo bonitos que estos sean o los dibujos que tengan, como considerar el uso que se les va a dar y adquirir los que sean correctos para cada momento. Estos son algunos ejemplos de tipos de baberos que hay en el mercado y el uso que les puedes dar.

-Baberos plásticos de cuerpo entero: Son casi casi como chaquetillas de plástico que el niño se pone por los brazos y que protegen la ropa. Son una buena opción cuando el niño comienza a comer solo en la trona. Se le pone este babero y se evita que la ropa quede llena de restos de comida. Como es de plástico no se mojará si le cae algo de bebida, por lo que podrá acabar de comer aunque esté lleno de restos.

Es un tipo de babero muy útil para esta etapa, pero que una vez que el niño come se debe de retirar y lavar. No se debe de dejar puesto para jugar porque al ser plástico hará que el niño sude. Tampoco es adecuado cuando el niño es muy bebé precisamente por ser plástico.

-Baberos de gran tamaño: Los baberos muy grandes son adecuados para niños grandes, pero también para bebés en el momento de darles de comer. Como tapan más área del niño los protegen mejor, especialmente cuando se les empieza a dar algo de papilla. Estos baberos son también más gruesos, por lo que empapan mejor. En algunos casos tienen un forro plástico que evita que la ropa de moje.

También se deben de retirar una vez que el niño ha comido porque son incómodos de llevar puestos al ser un tamaño superior al que realmente les corresponde.

-Baberos pequeños de algodón: Son baberos pequeños con dibujos o con bordados que los bebés llevan de forma habitual. No son muy grandes y no valen para comer, pero son perfectos para limpiarles las babas o para que no se pongan muy perdidos si regurgitan un poco de leche. En muchos casos, no son más que adornos ya que realmente empapan muy poco.

Lo mejor es que el niño no lleve un babero todo el día, sino que los padres tengan a mano pañuelos de gasa para limpiarlos cuando sea necesario. Tener algo atado al cuello durante todo el día puede acabar causando roces y además, un babero mojado puede hacer que la ropa se acabe empapando.