Ordenadores de empresa y ordenadores de consumo 

Hoy en día todo está informatizado, desde el hogar, hasta la empresa, pasando por los medios de transporte o la seguridad. Los ordenadores forman parte de nuestra vida cotidiana y nos hemos acostumbrado a su presencia en cualquier ámbito. Sin embargo, dependiendo del ámbito en el que estemos este ordenador puede tener considerables diferencias. Es lo que sucede con los ordenadores industriales y los de consumo.

Para empezar, los equipos informaticos industriales a medida suelen ser encargados para adaptarse a situaciones muy concretas, tanto a nivel espacial como ambiental, de forma que los clientes encargan equipos a medida con funciones muy específicas. Por su parte, un ordenador de consumo puede comprarse por componentes, pero suelen ser piezas enfocadas al ámbito de consumo fabricadas en serie y no a medida.

Otro aspecto que diferencia a los ordenadores industriales de los equipos domésticos son las carcasas, un elemento que a golpe de vista ya marca la diferencia. Estamos acostumbrados a ver cajas transparentes con leds de colores para los equipos de los aficionados a los videojuegos. Este tipo de carcasas tiene una intención estética que no tiene cabida en la industria en la lo que prima es la durabilidad.

Teniendo en cuenta el ambiente en el que muchos de estos equipos informáticos industriales a medida deben trabajar, las carcasas deben estar preparadas para proteger de las condiciones extremas, ya sea la temperatura, la humedad, los líquidos, la corrosión, etc. Son generalmente componentes pesados que no tienen sentido en la informática doméstica donde el único peligro suele ser el calor que desprenden los propios procesadores o la tarjeta gráfica.

Por otro lado, la parte interna de los ordenadores tienen menos diferencias de lo que podría parecer. De hecho, la potencia de los componentes no tiene por qué ser algo esencial en la industria donde generalmente los equipos suelen encargarse de tareas de control y gestión para lo que no precisan procesadores demasiado potentes ni de última generación. Al contrario, lo que prima es la eficiencia y la seguridad de forma que se suele trabajar con componentes muy fiables.