Nuestra tienda del rastro 

Sé que hace unos años salió en varios medios de comunicación que se estaba poniendo otra vez de moda los trabajos manuales entre chicos y chicas jóvenes. Sacaron la noticia como una manera de vender que no todo eran móviles y chatear, que también había personas jóvenes que eran capaces de volver a mostrar que se pueden hacer cosas sin necesidad de estar conectados la tecnología permanentemente.

Mis amigas y yo fuimos unos de esos ‘grupos pioneros’ en quedar para coser y tejer. Nos gustaba mucho la moda y pensamos que era una buena manera de hacernos cosas para nosotras mismas. No teníamos ningún ánimo comercial ni pretendíamos especializarnos en eso, ni ganarnos la vida así: era un puro pasatiempo. Creo que, si en un principio hubiésemos creído que era algo más, no nos lo hubiésemos tomado con esa alegría: hay gente que va al gimnasio, hay gente que queda para tomar unas cervezas. Nosotras quedábamos para coser.

Recuerdo que llegó un momento en el que notamos que nos estábamos haciendo unas expertas en el tema y que ya el asunto iba más lejos. Tomábamos una cinta de pasamaneria y éramos capaces de hacer preciosos bordados. Entonces una chica del grupo dijo lo que quizás todas empezábamos a pensar: que tal vez había llegado el momento de tomarse más en serio nuestras reuniones. Hubo quien protesto, otras chicas no dijeron nada, pero creo que era evidente que estábamos en situación de dar un paso adelante.

Al final, dos chicas decidieron dejar el grupo, sin acritud, solo porque no querían tomarse demasiado en serio aquello y no querían perjudicar al resto. Y el resto decidimos empezar a pensar en vender nuestras creaciones. Si éramos capaces de diseñar prendas deliciosas con una cinta de pasamanería y otros materiales, estábamos en disposición de vender nuestros diseños. Y lo primero que hemos hecho ha sido poner a la venta nuestras prendas en el rastro… con un increíble éxito inicial. Y entones ya nos hemos puesto nerviosas porque el siguiente paso da un poco de más de miedo. Pero es ahora o nunca.