¿Cómo saber si un reloj Longines es auténtico en lugar de una imitación?

Longines mantiene una ‘guerra’ feroz contra la falsificación de relojes. Al igual que Rolex, Omega o Cartier, la marca suiza del Grupo Swatch acapara la atención de las bandas dedicadas a la reproducción de cronógrafos de lujo, y diariamente se incautan varios miles de unidades que, a ojos inexpertos, no se diferencian en absoluto de las originales.

 

Para tranquilidad de cualquier Distribuidor Relojes Longines Vigo, la empresa fundada por Auguste Agassiz pone a disposición de sus clientes un certificado de autenticidad. Este se adquiere mediante un proceso que permite verificar si el reloj es o no una imitación. De este modo, el público aficionado y profesional dispone de una herramienta útil con la que protegerse de las falsificaciones.

 

Este documento no sería posible sin los números de serie individuales que Longines viene incluyendo en sus creaciones desde el año 1867. Con todo, el proceso a seguir para certificar y obtener el certificado de autenticidad no es precisamente cómodo para los interesados.

 

En primer lugar, se debe proporcionar una información documental clave para que los peritos de Longines efectúen las comprobaciones necesarias. Esto incluye, además del número de serie del cronógrafo en cuestión, fotografías en alta definición de la esfera, el fondo de la caja y determinadas partes del movimiento. Por otra parte, acceder a los números de serie requiere la apertura del reloj, lo que resulta inviable sin las herramientas apropiadas.

 

Al margen de la certificación oficial, los propietarios de relojes Longines disponen de otros recursos para comprobar la autenticidad de su unidad. El sonido de las manecillas, por ejemplo, puede ser revelador si el tic-tac es poco discreto y uniforme. Los maestros relojeros pueden saber, con sólo escuchar el ‘latido’ del mecanismo, si probablemente es falso o auténtico, si bien esta apreciación no garantiza nada y debe contrastarse con la calidad de los acabados y otros aspectos.