3 cosas que no deberían de faltar en tu alacena

Vivimos una vida tan ajetreada que es frecuente que nos acabemos olvidando de cosas importantes e imprescindibles o haya días en los que no da ni tiempo a hacer todo aun acordándonos de lo que hay pendiente. Para poder salir de cualquier apuro rápidamente, hay tres cosas que siempre debes de tener en tu alacena de la cocina.

1) Un paquete de leche entera en polvo. Imprescindible sobre todo si en la casa hay niños. A veces, con las prisas, podemos olvidar comprar leche y para ellos es un alimento fundamental y la clave del desayuno. Si no quieres que los peques se tengan que ir a clase sin desayunar, lo mejor es tener siempre un paquete de leche entera en polvo para salir del apuro. Además, seguro que les encanta. También es perfecta en casas en las que no hay niños y no suele tomarse leche, porque puede sacar de un apuro si vienen invitados a tomar un café, por ejemplo.

2) Conservas. Debes de tener de diferentes tipos, desde verduras y frutas hasta pescados o legumbres. Te sacarán de muchos apuros un día que te hayas olvidado de descongelar la cena o que no hayas tenido tiempo para ir a comprar alimentos frescos. No solo valen para plato único, sino que también son perfectas para acompañar al plato principal si no tienes muchas ganas de cocinar. Por ejemplo, las verduras en conserva son perfectas para saltear y acompañar a un filete de pescado sin tener que ponerse a pelar y cocer patatas.

Si vas a comprar conservas fíjate siempre que los pescados estén en aceite de oliva y que las frutas, preferiblemente, sean en su jugo. Así conseguirás el mejor sabor y evitarás añadir calorías innecesarias a esos alimentos. Las conservas son muy saludables siempre que sepamos escogerlas bien.

3) Platos preparados naturales. La comida procesada tiene una mala fama muy merecida, pero hoy hay marcas que realizan platos preparados de forma muy natural y saludable. Tener dos o tres de estos platos en la alacena para poder echar mano de ellos en casos de urgencia o cuando no hay muchas ganas de cocinar evitará que se tomen medidas mucho peores, como por ejemplo llamar a una pizzería o acabar comiendo de bocadillo, algo delicioso para un día pero que no puede ser la costumbre cuando hay prisa.