¿Sabías que tu gato puede hablar?
Pues sí, tu gato puede hablar y no nos referimos a esos vídeos en los que se ve a un lindo minino que parece que le llama mamá a su dueña. Nos referimos a comunicación real. Tal vez no digan palabras pero sus maullidos son totalmente diferentes en función de lo que quieren y cuando los conocemos, lo sabemos muy bien. No necesitan hablar para comunicarnos todo lo que quieren, solo hay que saber escucharlos y observarlos bien.
Hay gatos que cuando quieren llamar la atención maúllan de una forma concreta que hace ver a sus humanos que buscan jugar y que se les haga caso; si tienen hambre, el maullido es totalmente diferente, en este caso suele sonar muy desesperado, como si llevaran tiempo sin comer aunque todavía haya alimento en sus platos. Y así, hay un maullido para cada situación, también para cuando están enfermos.
Los gatos son auténticos especialistas en ocultar el dolor, pero muchos maúllan de forma grave y corta cuando no se sienten bien. Como si les faltara la fuerza para maullar con su tono habitual. Normalmente, tenemos que explorar otras formas de lenguaje para darnos cuenta de que algo va mal, por ejemplo, que el gato deje de asearse o de comer o quiera estar siempre solo y agazapado en lugares tranquilos.
Una visita al veterinario puede darnos pistas sobre qué le sucede a nuestro amigo. A veces, no es nada grave, simplemente el gato puede ir mayor y le cuesta más digerir las comidas o tiene una vuelta como podemos tenerla cualquiera, por un virus. Con medicación se recuperará pero a veces, aunque ya no tenga el virus o el problema de salud, las consecuencias siguen presentes y al animal puede costarle volver a su estado previo.
Y como nadie quiere que su compañero peludo sufra, para ayudarlos a recuperarse más rápido se pueden comprar complementos para salud de gatos como vitaminas o piensos y latitas específicos para sus características. Estos piensos y latitas especiales son muy buena ayuda cuando el animal tiene problemas crónicos pero a veces es difícil que un gato que ha comido una marca toda la vida, cambie. Los complementos pueden aportarle todo lo que necesitan y se añaden en la comida habitual, en el agua o se le dan junto con una chuche, por lo que no necesita cambiar su menú habitual.