Ideas para crear un menú infantil saludable y atractivo

Cuando pienso en la hora de la comida, inmediatamente recuerdo aquellos días en Cambre cuando mi pequeño volvía del colegio con historias de su «menu comedor infantil en Cambre«. Me di cuenta de lo importante que es ofrecerles opciones que no solo sean nutritivas, sino también irresistiblemente atractivas para esos pequeños paladares. La clave está en encontrar ese equilibrio entre lo saludable y lo apetecible, algo que a veces puede parecer tan complicado como convencer a un gato de que le guste el agua.

Comenzar con un desayuno colorido es esencial. Los niños son como los artistas, atraídos por los colores y las formas. Un plato de frutas variadas, con un arcoíris de fresas, kiwis y plátanos, acompañado de un yogur natural, puede ser una excelente manera de empezar el día. Además, añadir un puñado de cereales integrales no solo aporta la fibra necesaria, sino que también añade un crujido divertido que hace que el desayuno sea como una fiesta en la boca.

A la hora del almuerzo en el colegio, es fundamental que los menús sean equilibrados y atractivos. En Cambre, el menú del comedor infantil demuestra que es posible combinar lo delicioso con lo saludable. Un plato que nunca falla es la pasta integral con verduras y un toque de queso. La magia está en la salsa: tomate natural, albahaca y un poquito de ajo pueden transformar cualquier plato en una obra maestra culinaria. Para acompañar, una ensalada de zanahorias ralladas y manzana es refrescante y, al mismo tiempo, nutritiva.

No debemos olvidar el poder de las proteínas. El pollo al horno con hierbas es un clásico que rara vez recibe quejas. La jugosidad del pollo, junto con el aroma de las hierbas frescas, es irresistible. Y para aquellos días en los que se necesita un poco de variedad, las albóndigas de legumbres pueden ser una alternativa estupenda. Tienen la ventaja de ser pequeñas y manejables, perfectas para esas pequeñas manos que están aprendiendo a usar los cubiertos con maestría.

Las meriendas son otro momento crucial del día. Aquí es donde entra en juego la creatividad. Las brochetas de frutas o los batidos de leche con un toque de cacao son opciones que no solo satisfacen, sino que también son una alternativa saludable a las golosinas procesadas. Y si estamos en casa y el tiempo lo permite, involucrar a los niños en la preparación puede ser una actividad divertida. Imagínate la cara de satisfacción de tu hijo cuando vea su obra maestra comestible en forma de brocheta.

La cena es el momento de relajación y recapitulación del día. Ofrecer una sopa de verduras con fideos puede ser reconfortante, especialmente en las noches más frescas. Las tortillas de espinacas son otra opción que combina lo nutritivo con lo sabroso. Y para esos pequeños que aún tienen energía de sobra, un trocito de pan integral con un poco de miel puede ser el cierre perfecto del día.

En definitiva, crear un menú infantil saludable y atractivo no solo contribuye al bienestar físico de los niños, sino que también fomenta su curiosidad y aprecio por los alimentos. A través de estos menús, no solo nutrimos sus cuerpos, sino que también alimentamos su imaginación y su amor por los sabores. En Cambre, y en cualquier lugar, la hora de comer puede ser tan divertida como gratificante, con un poco de ingenio y mucho amor.