4 formas de aprovechar un vestido de comunión
Los vestidos de comunion son un tipo de ropa de ceremonia que no resulta barata, especialmente si solo se va a usar un día. Por eso, es importante aprovechar al máximo todas las posibilidades que ofrece para que la inversión salga más rentable.
- Puedes vender el vestido en una página de segunda mano. De esta manera podrás recuperar una gran parte de tu inversión, especialmente si el vestido no ha sido retocado para adaptarlo a la niña y es de cierta calidad. Llévalo al tinte, sácale unas buenas fotos y podrás pedir por el, siempre que esté en excelente estado, cómo mínimo la mitad de lo que te ha costado e incluso un 75% en algunos casos. Hay páginas especializadas en caso de ropa de marca que garantizan el mejor precio al poder certificar que es auténtico.
- Reutiliza el vestido como un vestido para ceremonias. Si durante ese verano tienes alguna boda a la que vaya a acudir la niña, puedes acudir a una buena modista que transforme el vestido para que sea adecuado para invitada de este tipo de eventos. Unos pequeños retoques y los complementos adecuados, pueden hacer que el vestido parezca otro y sea ideal para llevarlo en este tipo de ocasiones con una pequeñísima inversión extra. Además, con solo cambiarle los complementos, como el lazo de la cintura por un cinturón de flores, ya parecerá otro y podrás usarlo en varios eventos de este tipo.
- Convierte el vestido en un vestido de “domingo”. No hay por qué convertir el traje de comunión en un vestido de ceremonias necesariamente, puede acabar siendo un vestido bonito para cualquier día en el que la niña quiera verse un poco más especial. Algunas personas optan por teñirlo para que no sea blanco, quitarle largo y hacer que se vea un poco más sencillo con algunos detalles. Así, el vestido formará parte del armario de la niña para todo el verano y será un dinero muy bien invertido.
- Con algunos cambios, el vestido de comunión de una niña puede pasar a una hermana o a una prima. Una buena modista o unos padres con mano para el corte, pueden hacer que el vestido cambie de tal manera que nadie pueda decir que es el mismo. Curiosamente, cuanto más sencillo sea el vestido original, más fácil es realizar este tipo de transformaciones.